“Las letras y yo. Un cuento sobre la dislexia” constituye una herramienta para los educadores con dos fines muy claros:
1. Proporcionar pautas para identificar la dislexia
En la escuela no siempre existe un conocimiento amplio de lo que son los trastornos del aprendizaje, de cómo se manifiestan, o de cómo se debe actuar. Aunque suele haber educadores especializados que dan soporte a sus compañeros, no todo el profesorado esta familiarizado con unas pautas mínimas que le permitan diferenciar cuándo un rendimiento insuficiente es el resultado de una falta de esfuerzo o puede deberse a algún trastorno.
Redactadas desde un punto de vista científico pero de forma llana y asequible, las orientaciones del cuento “Las letras y yo. Un cuento sobre la dislexia” nos ayudan a entender qué es la dislexia y a saber cómo detectar sus síntomas de forma sencilla. El cuento ofrece a los docentes pautas para saber cómo abordar la dislexia en el aula, y les ayuda a comprender los sentimientos por los que puede pasar el alumno. También permite entender por qué debido al trastorno los niños pueden presentar reacciones negativas, enfadarse, distraerse, y parecer tristes o preocupados. Empatizando con el niño, los educadores podrán entender mejor su situación y serán capaces de ayudarlo de una forma adecuada.
2. Ayudar a educar en la diversidad
A los docentes cada vez más se les plantea la tarea de educar en la diversidad, y trabajar desde la inclusión las dificultades del aprendizaje dentro del aula. Esto puede llegar a ser complicado porque los propios compañeros del niño con dificultades no siempre reaccionan bien. A veces puede que algún compañero se burle del niño con dificultades o que no sea solidario porque no entiende que su compañero tiene un problema. También puede ocurrir que el niño disléxico sea rechazado si se le realiza alguna adaptación o se le presta ayuda, o incluso que ésta sea vista como un trato de favor.
El cuento es una buena manera de explicar al resto de compañeros qué es lo que le pasa al alumno con dislexia y cómo se siente. Cuando los niños saben que en realidad se trata de una dificultad y no de un trato de favor, pueden llegar a entender qué está pasando, y aprender a vivirlo con normalidad.
Los niños deben aprender desde pequeños a conectar con sus emociones y con las de sus compañeros. Deben aprender que todos somos diferentes, que todos podemos tener alguna dificultad y que todos podemos sentirnos mal. Es muy importante enseñar valores como el respeto, la comprensión y la tolerancia ante situaciones por las que todos podemos llegar a pasar en algún momento de nuestras vidas. Ésta es una lección que puede ser explicada a los niños a través del cuento, incluso aunque en el aula no haya ningún alumno disléxico.
Esta profe sospechosamente me recuerda mucho a Nuria Puig!! Jejeje
Hay referentes que no se pueden evitar…
¿¿¿¿¿Yo????? ¿Sí?!!!!!!!!!!!